Ruca Del Valle ( Catamarca )
  ¿Que es F.A.S.T.A?
 

“Comunidad de laicos y sacerdotes que a través de la formación y el compromiso, procura evangelizar y construir la Patria

 

 

La primera respuesta que un miliciano se da a la pregunta ¿Qué es F.A.S.T.A.? Casi nunca es a partir de los documentos que la definen.  Generalmente la primer respuesta a esa pregunta que dan los milicianos comprometidos es una respuesta vital, es por eso que nos encontramos con alguno que nos dice: " F.A.S.T.A. es mi vida " ¿Qué quiere decir esto?: que para este miliciano F.A.S.T.A. lo es todo; lo que ha vivido, lo que está viviendo ahora y lo que vivirá hasta el día en que el Señor le venga a pedir cuenta de sus actos.  Todo, absolutamente todo.  Me pregunto, ¿hasta los pecados?, ¡Si señor! hasta sus pecados.

Otra respuesta de las mismas características, es decir que sale de la dimensión más poética de nuestro estilo, es la del que asume F.A.S.T.A. como: "La Voluntad de Dios, la Iglesia y la Patria en mi vida, en mi Vocación personal" Esto es terrible en sus implicancias, porque significa que si yo entiendo más o menos bien que significa F.A.S.T.A., también sé cual es la Voluntad de Dios en mí vida.  Pregunto entonces ¿Qué me queda por hacer? ¿Cuáles son mis opciones ?. Y lo que me queda por hacer es decir como la Virgen cuando el Ángel le anuncia la Voluntad de Dios  “Fiat Mihi Voluntas tua”, es decir, “Hágase en mí tu Voluntad” o lo que es lo mismo ¡A tus Ordenes!

Me preguntaran Ustedes si cabe otra actitud frente a la Voluntad de Dios.  Y les diré NO, no cabe otra actitud. ¿Por qué? Porque Dios, el Todopoderoso, el Eterno, el infinitamente Sabio, el que fue causa directa de mi alma, ese Dios es quien se me apareció en mi vida y me dijo: ¡Mi Voluntad es ésta! ¡Mi Voluntad para con vos es que seas miliciano! ¡Yo te he pensado así desde toda la eternidad! ¡Yo te he querido miliciano desde que estabas en el vientre de tu madre hasta que vengas a comparecer ante mí!

Vuelvo a preguntar entonces, ¿me cabe otra actitud frente a la Voluntad de Dios? La respuesta es: ¡NO!, rotundamente No. Si yo me he dado cuenta de que Dios me quiere Miliciano, estoy sonado, la única salida inteligente que me queda es decir: ¡Señor, hágase Tú Voluntad en mí! ¡Señor: A tus Órdenes! Y les puedo asegurar que si buscamos y cumplimos Su Voluntad estamos haciendo lo mejor.  Si no vean cual fue el premio que mereció la Virgen.

La Voluntad de Dios ante todo, pero la Voluntad de Dios se puede entender más claramente si se recurre a la Iglesia, pues la Voluntad de la Iglesia nunca se separará en lo esencial de la de Dios.

Hay que procurar también la Voluntad de la Iglesia.

¿Y qué me pedirá la Santa Madre Iglesia? Pues que ocupe el lugar que dije que iba a ocupar cuando acepte ser miembro de F.A.S.T.A., es decir: que asuma la evangelización de la Cultura, la Familia y la Juventud.  Esto me pide la Iglesia y para eso me tengo que preparar.

Tengo que formarme muy bien, ¿o acaso pretendo evangelizar la cultura sin tener una opción formativa para mi Inteligencia? ¿Cómo voy a asumir la Juventud como mi espacio de acción apostólica si no conozco a los jóvenes y a sus cosas? Seria impensable, ridículo.

Bueno, pero eso es lo que me pide la Iglesia: que sea fiel a F.A.S.T.A. y para eso me tengo que preparar ¿Desde cuándo? me preguntas desde cuando, desde que te das cuenta de que sos un heredero de F.A.S.T.A. y del Fundador.

La Voluntad de Dios, la Voluntad de la Iglesia ¿y la Patria? Un recóndito llamado de la Sangre que me impulsa a amarla como destino y realidad " dice nuestro Fundador.

Pero también se puede saber mucho de F.A.S.T.A. a partir de sus documentos.  Es cierto que nadie se enamora de F.A.S.T.A. a partir de sus Estatutos, pero también es cierto que todo miliciano comprometido, tarde o temprano tendrá que ponerse a estudiar los Estatutos. Quizá, no para que el Estatuto le enseñe a ser miliciano, sino para que le diga mejor y mas claro lo que ya sabe por experiencia miliciana.

Y ya desde el comienzo nos tiene que llamar la atención algo: F.A.S.T.A. se llama así porque lleva el nombre de su Santo patrono: Santo Tomás de Aquino.  Por lo tanto resulta muy importante para cada uno de nosotros saber en que se conectan nuestras vidas con la del " Doctor Angélico”.

Tomás fue un gran heredero del de Sto. Domingo, absolutamente fiel al estilo de la Orden de Predicadores, y a partir de esto es que ha llegado a ser quien fue, sin eso probablemente su destino hubiera sido distinto.  Esto tiene que decirnos algo de nosotros mismos, tenemos que ser fieles al carisma fundacional, cuando dejemos de lado esta fidelidad habremos emprendido el camino de nuestra propia destrucción.

Sto. Tomás era hombre de Vocación intelectual, ante todo le preocupó la teología y también la Filosofía.  Nosotros no podemos renunciar deliberadamente a ser hombres de Ideas.  Quizá no nos pongamos a teorizar, o quizá sí, pero por lo menos necesitamos tener principios que nos guíen en la acción, y para eso no basta con el Secundario, hace falta que me forme, que lea, que pregunte a los maestros.  ¿Cuándo? Ya, este es el momento.  Después será tarde.

Otra cosa que me tiene que llamar la atención de Sto. Tomás es su humilde y comprometida vocación de servicio- Humilde porque Tomás hace, investiga, estudia, pero no hace para que se note que es el quien hace, sino para contribuir al bien común.

Sto. Tomás no habla de más, tanto que se mereció entre sus compañeros el apelativo de "Buey Mudo", pero cuando tiene que defender la Verdad que tanto busca y ama, ¡no le faltan palabras ni razones! Su silencio no es timidez ni cobardía, en todo caso lo anima la prudencia, la humildad, la Caridad.

Bueno, hay que volver siempre a Sto. Tomás, tenemos mucho que aprender de la figura de Santo Tomas.

Si hacemos un vistazo general de la definición que hace de F.A.S.T.A. el artículo primero, veremos que es una definición muy amplia y compleja, compuesta de varios elementos.  Esto no ha sido siempre así, F.A.S.T.A. ha ido modificando sus Estatutos con el paso del tiempo a medida que su crecimiento lo iba requiriendo.

Nos dice: F.A.S.T.A. es una "Comunidad de Fieles Laicos" ("Comunidad de personas" en el antiguo Estatuto) Se nos marca aquí una común-unidad, o lo que es lo mismo una Unidad en algo que nos es común. ¿Y qué es eso común que nos une?, ante todo los mismos Ideales. Pero no solo eso, además estos Ideales están asumidos desde un mismo estilo: el estilo Miliciano.

Y sigue el Estatuto "Comunidad de Fieles Laicos" ordenada, se marca así la nota de organización, esta comunidad se estructura de un modo, de acuerdo a lo que quiere hacer.  Y a continuación se nos dicen los espacios en los que se ordena F.A.S.T.A:

Fraternidades, Asociaciones, Obras Apostólicas tales como Colegios, Residencias Universitarias, Milicias Juveniles, Fundaciones.  La extensión de F.A.S.T.A. es mucha, no puedo yo por tanto caer en el reduccionismo empobrecedor de creer que F.A.S.T.A. es solamente el espacio en el que yo habito.

Inmediatamente después se nos da el Fin, la Finalidad de todo esto, y esto es muy importante, el Fin es siempre lo que especifica a la obra.  Es lo que hace que una obra sea tal y no otra.  F.A.S.T.A. tiene un fin, este es que perseguimos con todas nuestras acciones.

Esto es muy importante, cuando una Institución olvida su fin desaparece como Institución.

Y el primer fin que se propone F.A.S.T.A. es la perfección personal de sus miembros, buscamos cumplir con el mandato del Señor “Sed perfectos, como el Padre que esta en los Cielos es Perfecto” ¿Es que acaso llegaremos a ser perfectos como el PADRE del Cielo? Por supuesto que no, el es la absoluta perfección.  ¿Y entonces a que perfección aspiro? A la máxima posibilidad de mi ser, al explotar hasta el límite mismo mí naturaleza, en otras palabras, a ser Santo. Eso nos pide Cristo, y ese fin se propone F.A.S.T.A.

Pero no solo buscamos la perfección personal de sus miembros, sino también la de otros, sin embargo, son muchos los modos de dedicarse a esos otros, F.A.S.T.A. adopta uno, y este modo también la define: F.A.S.T.A. quiere evangelizar la Cultura la Familia y la Juventud.

Y todo esto quiere hacerlo a través de "obras de apostolado que se nutren en el Carisma de Santo Domingo. ¿Cuál es este carisma? Podría resumirse en esto: “Caritas Veritatis”, es decir el “amor a la Verdad”.  Somos hombres de Doctrina, asumimos, de acuerdo a la edad de cada uno, la dimensión doctrinal, sapiencial.  Pero también es propio del carisma de la orden el salir a predicar de lo contemplado "contemplata aliis tradere", no pretendemos guardarnos lo que el Señor nos ha dado en la contemplación de la Verdad, queremos transmitirla a otros, nos quema en las manos y en el corazón.

Así nos define a F.A.S.T.A. el primer artículo de nuestro estatuto.

Todas estas obras de F.A.S.T.A. constituyen en su conjunto lo que llamamos la Ciudad Miliciana.  Es decir, Ciudad, todas estas obras que emprendemos tratan de establecer el Reino de Dios, lo que San Agustín llamaba la "Ciudad de Dios", Reino que está en el Cielo, pero que empieza ya aquí entre los hombres. Nosotros, los Milicianos, pretendemos instaurar el Reino de Dios en medio del Reino de los hombres, pero esto no se puede lograr sin un tono de militancia, porque esto es una empresa, es una lucha, es una batalla. Hace falta espíritu Soldadesco porque la edificación del Reino requiere esfuerzo, perseverancia, sacrificio, porque esto es un gran debate entre: La Cultura sin Dios contra la Ciudad de Dios.  Así se debe entender el artículo 2

Por último vamos a considerar el artículo que nos habla de los fines de F.A.S.T.A.

El Fin es aquello por lo cual algo se hace, sí no marcamos un fin para nuestras acciones no tiene sentido que las hagamos.  El Fin Último que se propone alcanzar F.A.S.T.A. es la perfección sobrenatural de sus Miembros, ¿para qué? para la Salvación de las almas.  Si nos olvidamos de esto, lo que hacemos no sirve para nada.

Es esto lo que distingue a F.A.S.T.A. de cualquier institución, y lo que la pone por encima de cualquier Institución por mas grande y poderosa que sea. El Fin ennoblece a la Institución y a las personas.

El Fin remoto específico de F.A.S.T.A. es la Formación integral, cristiana, y humana, es decir que apunta a abarcar todos los aspectos de un de la vida de un miliciano. Por eso hablamos de hacernos Formadores, esta es la razón. Y los Fines Próximos, son aquellos por los cuales F.A.S.T.A. intenta alcanzar sus fines, último y remoto específico.

En primer lugar, si pretendemos evangelizar la cultura tenemos que saber que es la juventud, a esta Juventud que queremos encauzar de acuerdo a sus necesidades, y es evidente que la necesidad más grande de la juventud es formarse.

En segundo lugar, queremos que el miliciano sea el mismo, que tenga personalidad. ¿Qué significa que sea el mismo? Que a partir de su temperamento, que es personal, valla moldeándolo por las Virtudes hasta llegar a su personalidad. Esta capacidad está en todos, pero hay que ir sacándola haciéndola aparecer, moldeándola ¿Cómo? Por las virtudes. ¿Y a esto, cómo lo logro? Creando en ellos un espíritu de disciplina. ¿Qué es disciplina, portarse bien? ¡NO!.  Disciplina es tener la persistencia y voluntad como para alcanzar lo que me propuse. Pero dice, recta disciplina y que da la rectitud, la da la bondad del acto.  Puedo tener una disciplina para el mal

Esta disciplina se compone de dos elementos muy importantes, la obediencia, que si no la tengo no me salvo, pues debo obedecer a Dios, a la vocación, a un ideal.  El otro elemento es la iniciativa personal, no puedo ser solamente obediente, algo debe provenir de mi como iniciativa personal, aquí aparece la genialidad, es esa capacidad de audacia que le permite a un hombre realizar algo extraordinario.

Por último F.A.S.T.A. se compromete a brindarles a sus milicianos los espacios necesarios para que se realicen humanamente y para que se salven.

 

Bibliografía: Estatuto de la Fraternidad laical, art.1-6

 
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